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21 jun 2015

ES HORA DE VOLVER

Bueno candelarios, ya está aquí la semana en la que se decidirá quién maneja “nuestra barca”. Aunque un candidato me asegurara el pasado Martes Santo, que él era el próximo Hermano Mayor  y que no importaría quién presentara en otras candidaturas para que así fuese, pues no tendrían nada qué hacer. El grado de manipulación necesario para mantener esa afirmación no me esperaba que lo realizara, pues siempre le he reconocido su cariño y dedicación a la Hermandad cuándo se le ha reclamado; el tiempo ha demostrado que sí, que se puede usar todo para persistir en el cargo. Como si simples políticos fuesen y a un partido político perteneciesen  en vez de a una Institución religiosa. Claro que se pueden programar actividades como no se han planteado en nueve años de legislatura; reuniones y conversaciones que no se han tenido en los nueve años e incluso se puede inaugurar, unos días antes de las elecciones,  una Casa Hermandad que se viene usando desde hace casi un año, y que se presenta como logro de una Junta de Gobierno y no del esfuerzo de todos los hermanos que la estamos sufragando. Todo es válido. También usar la mentira y confundir la realidad hasta llevarla a tu conveniencia. Usar el miedo a situaciones vividas con anteriores Juntas de Gobierno, aunque en esas anteriores  Juntas participaran familiares y amigos en puestos importantes. Tampoco importa pasar factura de dádivas o favores otorgados, en estos nueve años, es otra de las brillantes gestiones que se están realizando e incluso una llamada particular para preguntarme por el estado de mi hija hospitalizada, he tenido que soportar que viniese precedida de un mensaje anunciando que esa llamada responde a la actividad propagandística de una candidatura. Se critica en privado el trabajo realizado por  y en las cuadrillas de costaleros,  pero al día siguiente se publica un escrito comparando ese trabajo con el de otras épocas y realizado por otros hermanos, calificando como sublime y magistral el de ahora y minusvalorando, por tanto, el de los anteriores.
Es por eso que no me gusta lo que veo. Veo algo muy parecido a lo conocido ante cualquier plebiscito político. Unas campañas con despliegue de información en los medios propios de la Hermandad, en los medios de comunicación y, sobre todo, en las redes sociales. Pero hay mucha mentira en esas campañas; la primera y principal en los objetivos: Todos perfectamente vacios, pues sin ánimo de cumplimiento se hacen. Se habla en ellos de figuras como las Fundaciones, que hoy no tienen sentido dentro de las Hermandades por la mucha complejidad técnica administrativa que necesitan y lo gravada fiscalmente que están. Se habla de acuerdos con empresas y se habla de muchísimas cosas pero se elude hablar de lo importante: LA HERMANDAD Y LOS HERMANOS. Perdonar lo reiterativo, pero no me canso de repetirlo: hemos convertido a las Hermandades en clubes sociales sin piscina ni pista de paddle; la nuestra no es ajena a ello y tanto es así que una de las candidaturas marca como parte de su programa, de salir elegida, mantener las “berzas candelarias” como consta en la información enviada de su proyecto de gobierno.
Me desagrada que haya que explicar quienes son los que concurren como candidatos: se ponen fotos; lo conseguido en la Hermandad, que se limita en muchos casos a presentar como logros los puestos ocupados en la cofradía; los años que se llevan pagando una cuota y eso sí: se cuentan muchas mentiras. Si numeráramos los que dicen ser fundadores de las cuadrillas de costaleros, seguro que nos saldría un número muy aproximado  al de hermanos que en la Hermandad hayan sido desde 1921. Si el número de hermanos que han colaborado con Priostía, igual que lo anterior. Si el número de hermanos que colaboran asidua y estrechamente con las distintas Juntas de Gobierno, más de lo mismo, pero que, además de ser dos o tres solamente,  si no fuesen personas influyentes o famosas por sus actividades personales y profesionales no las conocería nadie, pues en nada han participado en la Hermandad salvo para figurar y posicionarse en la cofradía en función de qué es y no de quién es o del dinero que haya podido aportar en un momento determinado. No me figuro que hubiera que presentar,  ni poner sus fotografías si aspirasen a ser Oficiales de Junta, para que se conociesen si esos hermanos se llamaran: Manolo Luque; Rafael Reina; Manolo Campos; Antonio Jiménez; Mª Teresa Chico; Eduardo González de la Vega; Juan o Pura Fernández de la Cruz; Blanca Ybarra; Ramón Ybarra; muchos otros Ybarra; Eduardo Martín; Pepe Rodríguez;  Paco Ruiz; los Valpuesta; Diego Gallardo; Afrodísio Sanz; Salvi Reina; Antonio Paz; Joaquín Pinilla; Juan Zorrilla; Paquillo Muñoz;  Antonio Durán, José Antonio Núñez;  Pepe Femenías; los Alé; los Charlo; los Algarín; los Liger; José Mª García; el Padre Manuel Gómez; Luis Roca; eso por hablar solo de algunos de los muchos que fueron y evitar nombrar a los vivos pues sé positivamente que muchos se sentirían ofendidos de que se aireara el trabajo y dedicación que siempre han dedicado y siguen dedicando a la Hermandad desde el anonimato y el amor que le tienen. 
Tenemos que votar con el corazón y con la cabeza. No nos debemos dejar llevar por el egoísmo, ni por el bienestar, ni por la satisfacción que nos puede proporcionar el ocupar cierto puesto en la cofradía; por muy gratificante que sea el mismo y por muy orgulloso que nos sintamos de realizarlo, no debemos olvidar que es una Estación de Penitencia la que realizamos el Martes Santo y que el gozo lo debemos buscar en el vivir día a día nuestra Hermandad; en visitar en la tranquilidad de su Capilla a Nuestras Sagradas Imágenes; en compartir con el hermano las vivencias del día a día y en ejercer la verdadera HERMANDAD; no la que está reflejada en nuestras Reglas, reglamentos y directivas de orden, por el contrario practiquemos la verdadera HERMANDAD, la que Jesucristo nos enseñó y dio ejemplo de cumplimiento. No hablemos de Caridad en euros mientras tengamos pendiente de hacer la llamada de teléfono que sabemos confortará a nuestro hermano aunque no estemos de acuerdo en su planteamiento o idea. No hablemos de formar a nuestros niños cuando, de verdad habrá muchos de nosotros que, no seamos capaces de completar una Salve o realizar un acto de contrición. No presumamos de Casa Hermandad si después no sabemos acoger al desvalido o no interactuamos con el hermano nuevo y despistado que nos llega. No hablemos de mejorar y adquirir nuevo patrimonio mientras no cubramos la máxima parte que podamos de las mínimas necesidades del prójimo. No nos marquemos objetivos grandes  y vistosos que dependen, y serían compensatorios, de las injusticias sociales provocadas y permitidas por nuestros políticos y ocupémonos de lo sencillo de las necesidades de los que tenemos cerca. Dice, con mucha verdad, una sevillana rociera: “QUE VALE MUCHO MÁS UN BUEN GESTO, QUE UN ROSARIO POR LA RAYA” seamos humildes en los objetivos pero constantes en su consecución y cumplimiento. Y principalmente seamos sinceros con nosotros mismos y no busquemos en la Hermandad nada más allá que poder vestir la túnica de sarga blanca, ceñida con el cinturón de abacá en su color y las sandalias beige de dos tiras, pero llevando la conciencia tranquila y la satisfacción de haber hecho lo máximo posible sin haber tenido que dejar nada ni a nadie en el camino.
Hace tiempo le dije a una persona que en nada me metería y en nada trataría de interponerme en la Hermandad, mientras él ejerciese el puesto de gobierno que ocupaba. Creo que he cumplido, aun siendo siete años lo que ha durado mi compromiso que estaba pensado para dos. No he vivido la Hermandad, no he participado en Cabildos,  convivencias, ni en ningún tipo de acto programado por Ella. Creo que nadie puede decir que haya tratado de influir en él ni en su forma de participar y vivir la Hermandad. No he preguntado a ningún Oficial de Junta por ningún motivo de Hermandad y cuando se me ha querido decir he dicho que por favor no lo hicieran para no conocer y así evitar el sufrimiento de no poder vivir lo que es una parte importante de mi vida: LA HERMANDAD DE LA CANDELARIA.
“YO MI PROMESA HE CUMPLIDO” como canta otra sevillana rociera, por lo tanto el próximo jueves retomo mi vida de Hermandad y el primer acto que realice en Ella será votar al nuevo Hermano, o Hermana, Mayor y lo haré sin resentimiento, sin dolor y sin ánimo de nada que no sea participar en sus Cultos, frecuentar la Casa Hermandad en las ocasiones que yo necesite o desee y ayudar  en lo que pueda y se me solicite siempre que esté a mi alcance.
Que Nuestro Padre Jesús de la Salud y su Bendita Madre, en sus advocaciones de Candelaria y Subterráneo, nos ilumines y guíen para elegir a los mejores. Participemos y vayamos a votar, cuantos más mejor, eso es lo único que nos legitimará para poder reclamar si en algo no cumplen lo prometido e informado en sus programas de gobierno; sin acritud y sin enfrentamiento, pero con todo el derecho conseguido al ejercer nuestra obligación de elección.

Un abrazo hermanos, el jueves nos vemos en la Hermandad; que ya es hora, y estoy deseando de conocer mi nueva Casa, seguro que algún Oficial de Junta estará encantado de enseñármela o, al menos, así lo espero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Rafael:
Solo decirte que muchos Candelarios nos vemos reflejados en lo que dices.

Un abrazo