¡EL PAPA BUENO!

Anoche le dediqué unas cinco horas de mis vacaciones a ver las dos películas, que pusieron concatenadas en 13 TV, biográficas aunque muy resumidas de Juan XXIII.

Está claro que en los años que transcurrió su Papado yo no tenía mucha conciencia de la importancia que tenía el trabajo que estaba realizando. La Iglesia de aquel entonces no quería que los católicos tuviésemos mucho conocimiento y por lo tanto nos negaba el aprendizaje, más aún en nuestro país donde el clero seguía, en su mayoría, siendo representante de un tiempo y vida marcada por la venganza de las barbaridades sufridas y provocadas por la Iglesia en la entonces recientemente pasada guerra civil.

Fue elegido Papa después de muchas votaciones fruto de la lucha política ejercida por la Curia romana en contraposición de la francesa y alemana. Por lo tanto, lo que realmente se buscó en Él fue un papado de transición, debido a su alta edad, y así, hacer posible gozar de más tiempo para poder mover los hilos precisos, y así seguir anclados en la tradición e inmovilismo que se venía practicando. Está claro que les salió “el tiro por la culata”, ya que les encalomó la celebración de un Concilio Ecuménico después de muchos años, más de quinientos creo, conocido como Concilio Vaticano II. Fue tanta la apertura y adecuación de la Iglesia que salió de este concilio que hoy en día, todavía, no se ha conseguido desarrollar en sus acuerdos principales. La verdad sea dicha, que más por falta de interés de la Curia que por verdadera imposibilidad de lograrlo.

Durante su vida de apostolado buscó el acercamiento con la Iglesia Ortodoxa y demás confesiones Cristianas. Principalmente en sus destinos de Bulgaria, Turquía y Grecia. Posteriormente, ya en su papado, busco la unión con los anglicanos.

Quiso ejercer de Obispo de Roma y por ello realizaba las visitas pastorales a las parroquias. Empezó a utilizar los medios de comunicación para difundir su labor pastoral. Tuvo mucha influencia política en la distensión del conflicto de la guerra fría entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Reconvino los estipendios de la Curia y los rebajo para que desapareciera la vida de lujo que llevaban, en muchas ocasiones, los Cardenales y Obispos adscritos al Vaticano. Adecuó las condiciones de trabajo de los empleados del vaticano; que en muchos casos cobraban sueldos de miseria y carecían por completo de los derechos laborales que ya se utilizaban en el resto de Europa. Publicó hasta ocho Encíclicas y en las dos consideradas principales trató sobre los derechos y deberes del hombre en la consideración de hijos de Dios.

Cuentan que fue humilde, trabajador, leal, obediente, socarrón, buen negociador y todo lo realizó según el criterio de un cura de pueblo que es lo que sintió siempre verdaderamente.

Ha pasado a la historia como “EL PAPA BUENO” y yo siempre me lo creí y lo sigo creyendo, pues la Iglesia que él quiso iniciar con el Vaticano II, es la Iglesia que yo echo de menos y es en la que me gustaría ejercer como el cristiano católico que me considero.

Su Beatitud me suena a poco y creo que es merecedor de ser elevado a la Santidad para el bien de la Iglesia, tenemos Santos en nuestros altares con méritos menos importantes que los que Él atesoró en su vida.

Leed y tratad de conocer de su vida que es realmente emocionante y ejemplificadora. Perdonar los pocos datos que sobre Él doy, pero donde me encuentro no los tengo a disposición.

Ea, miarmas, hasta otra.