HOY HACE UN AÑO

Sí. Es verdad, hace un año, y parece que fue hace sólo unos días, cuando estrené esta actividad. No creía que fuese a durar tanto, sin embargo al ver cumplida la misión para la que se puso en marcha este blog, no tengo más remedio que alegrarme, y mucho, de que así fuese.

Fue en un momento difícil que estaba comenzando a padecer. Me creía muy solo, desamparado y con demasiados problemas laborales. También, por qué no decirlo, me empezaba a sentir decepcionado por muchos de los compañeros con los que me había comprometido en un proyecto de cuatro años a fin de recolocar una Institución, muy querida por todos, a la que le brindé mi mayor esfuerzo de trabajo y dedicación en los dos años y medio invertidos en el intento. La consecuencia fue el descontrol en la azotea.

Este descontrol desemboco en un problema, que gracias a Dios, sentí rápido. El blog es una de las herramientas que más me ha ayudado a superar la depresión que me fue diagnosticada. Ya está yéndose aunque, desgraciadamente, todavía tengo que seguir tomando una pastilla diaria de la que al menos en dos meses no podré prescindir. Ya he recibido el alta de la Psicóloga, Mª Dolores, que es el otro soporte que he tenido y que también tanto me ha ayudado.

Con mi presencia en este mundo del blog, he encontrado un buen montón de amigos a los que sorprendentemente no sé ponerle cara. Solamente conozco en persona al Canónigo Alberico de: www.losbocoysdepepe.blogspot.com, y este bloguero es un buen modelo para representaros a todos, pues creo que no hay un corazón más grande en toda Sevilla y sé que no os importará a ninguno sentiros representados por él.

Siento la falta de presencia del primer comentarista que tuve en este rincón, Bibi de: www.trescaidastriana.blogspot.com ya cerrado, que es quien más y mejor, que yo conozca, ha difundido la devoción al Señor de las Tres Caídas de Triana en los últimos tiempos.

Lo único que lamento de lo ocurrido en este blog es la publicación de dos entradas donde lo único que conseguí es volcar mi “mala baba” en un momento dado. Cuando me avisaron, no dude en eliminarlas pero el daño ya estaba realizado. Dice el refrán: “nunca es tarde si la dicha es buena” De ahí que sacara la lección del reconocimiento de personas que después supieron perdonarme y comprender mis razones, aun sin haber querido escuchar ninguna explicación. Su grandeza de corazón me enseñó lo que es la caridad y el cariño fraternal de la gente de bien.

Que os aprecio, miarmas. Que espero vuestras visitas y quiero sentirme acogido por vosotros, los blogueros, para así, poder seguir participando, y disfrutando, de esta actividad que tanto me alegra.