Bueno, una vez de vuelta es hora de retomar la marcha de este rincón mío al que he tenido abandonado durante las tres semanas que he tenido de vacaciones.
Es cierto que la desconexión no ha sido plena, pues he visitado en estos días esporádicamente vuestros sitios y dejado mensajes, pero la verdad es que no me he encontrado con ganas de sentarme ante el PC para escribir.
Como os dije he estado en Hervas que es un pueblo pequeño del norte de Cáceres. En él existe uno de los barrios judíos mejor conservados de España y su apariencia es más de un pueblo castellano que extremeño por su tipo de arquitectura y materiales que usan para construir sus casas. He caminado mucho por el pueblo y sus alrededores y la verdad es que después de visitarlo durante veinte años, más menos, sigo considerándolo como un buen sitio para retirarse una vez terminado el periodo laboral, al menos en la primavera y verano, y comienzo del periodo de jubilación.
Mi tiempo de permanencia en ese pueblo siempre ha sido en el camping "El Pinajarro" que comenzó su andadura hace veintiún años. Aunque la verdad es que siempre he ido un poco forzado por mis hijos la realidad es que yo me encuentro perfectamente allí y así le pasa también a un importante números de familias que desde entonces, se abrió en abril del 1988, también lo frecuentan.
Este camping, es obra de dos antiguos empleados de banca y sus mujeres y ahora ya también sus hijos. Esta situado a unos dos Km. anterior a la entrada al pueblo desde la N630 por el puerto de Honduras, que es la carretera que une el valle del Ambroz, donde está situado el camping, y el del Jerte.
Estos dos empresarios: Manuel y Enrique son dos tíos con pinta de hipies, aunque trabajadores y de ducha diaria, que idearon una formula de orientar su negocio y han trabajado con ahínco hasta conseguir posicionarse en el sector turístico de la comarca y de la región extremeña. Poseen además del camping una aldea de bungalow: "Aldea Vetonia" que también es distinguida en su funcionamiento. Tienen un equipo de personas que permanecen a lo largo de los años en los puestos de servicios y que participan de su filosofía con lo cual lo conseguido es un ambiente familiar y agradable para todos.
El funcionamiento está basado en el respeto mutuo y en el no molestar al campista bajo ningún concepto. Para llevar a cabo este punto no importa quien seas, ni el tiempo de cliente que lleves, ni el grado de confianza alcanzado; si fallas en algo serás rápidamente, y respetuosamente, llamado al orden por cualquiera de los componentes del equipo. Están perfectamente delimitados los horarios y estos son escrupulosamente respetados, sobre todo el de silencio a partir de las doce de la noche y hasta las ocho de la mañana siguiente.
Cuenta con un servicio de animación para los chavales desde los más pequeños hasta los zagalones y estos últimos junto con los animadores se encargan de facilitar animación para todos, en todos los momentos, los que quieran participar en las actividades programadas. Todas las actividades están montadas bajo el prisma de participativas y no competitivas con lo cual la interacción entre las distintas edades siempre tienen cabida y las hace además muy atractivas.
Para los que quieren hacer senderismo todas los sábados se organizan excursiones a sitios destacado de la comarca y son guiados estos grupos por Juan, que también es el encargado de todo el mantenimiento del camping. Gran persona Juan y tremendamente cariñoso y respetuoso con todos.
De entre todas las actividades fijas a mi particularmente siempre me ha encantado "el cuenta cuentos". Esta es una actividad que tiene lugar todas las noches sobre las once. En ella una persona, bien empleado o campista voluntario, revestido con el sombrero de los sabios y en posesión de la vara de castaño, narra un relato, tradición, leyenda o cuento directamente que conozca. En esta asamblea se le dice a los chavales, por muy pequeños que sean, que para tomar la palabra es necesario estar en posesión de la vara de castaño y mientras está esté en su poder nadie le podrá quitar la palabra. De siempre me ha recordado las asambleas que se narran el libro "El clan del oso cavernario" de la serie "Los hijos de la tierra".
Como no quiero cansaros, ahí queó miarma, os dejo con la promesa de seguir contándoos como funciona este camping que tanto quiero y que tan grandes recuerdos me trae de la niñez de mis hijos, principalmente de los mayores pues Jesús de la Salud lo sigue disfrutando aún.
2 comentarios:
Por lo que leo aparte de descansar tambien lo has pasado muy bien en plan tranquilo.
Yo hace años tambien me iba de camping pero este del que nos habla no lo conozco y parece por lo que dices que es bueno y tranquilo, como si todos los que vais seais una gran familia.
Bienvenido de nuevo, saludos
Buena pinta lo que cuentas!
La verdad que así da gusto, por aqui de camping te arriesgas a que te toque al lado una familia "moranquera", o un grupito de niñatillos.
esa "cultura" de camping que comentas, la veo en peligro de extinción.
Un fuerte abrazo y me alegro de verte por aqui.
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