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13 may 2009

¡VA POR TI, CANÓNIGO ALBERICO!


Hola Antonio: lo prometido es deuda. Como te dije en un comentario mio el día de tu penúltima entrada referente a los sentimientos béticos. Con mis sentimientos quisieron jugar hace muchos años y yo, al menos, me resistí.
Lamento no poder recuperar la carta que en su día envié al Real Betis Balompié, S.A.D. en relación con el sentimiento que tenemos los béticos. La tengo en el primer PC que tuve en servicio, pero no soy capaz de recuperarla. Como sí tengo un borrador en papel de la misma haré la trascripción aunque no será fiel al 100% con la enviada.

También acompaño la carta de contestación que recibí del Real Betis por escrito. Con aquel escrito me desahogué y además, siempre me quedará un entrañable recuerdo de la conversación que tuve en aquellos días con dos ídolos para nosotros los béticos: D. Luís del Sol y D. Pedro Buenaventura en la Secretaría del Club. Indudablemente a Jesús de la Salud le regalaron el carné y lo ha mantenido hasta el pasado año que ya lo aburrieron, los jovenes son más inteligentes que nosotros los mayores y aguantan menos, decía así el escrito:


Muy Sres. míos:
El motivo de la presente es para comunicarles el desengaño que tuve el pasado día 29 de los corrientes, en las taquillas del Club, al acudir para abonar como socio a mi hijo Jesús de la Salud, que tiene cinco años y que le ha pedido a los Reyes Magos el carné para podernos acompañar, a su hermano mayor Rafael y a mí, los domingos que haya partido.

Este desengaño fue motivado porque al dirigirme al empleado de la taquilla, éste me comunica que tengo que pagar, además del importe del carné, 15000,00.- pta. por el asiento. La verdad es que no sé a que asiento se refiere pues, en la Tribuna de Fondo donde solicitaba el carné, no existen tales asientos. Tanto la temporada pasada como en esta actual ni mi hijo Rafael con carne de socio nº......., ni yo con carné de socio nº ........., hemos podido hacer uso del asiento que tenemos pagado al no estar terminada la tribuna y por lo tanto no estar instalados los mismos. Por favor no me hagan pagar por un servicio que no me brindan y menos para un niño de cinco años. También pueden comprobar, en los archivos del club, que no hemos hecho uso del derecho que puso el club a nuestro servicio de poder acceder a los asientos de Tribuna de Preferencia con el fin de sólo ocupar una única localidad; ya que, de usar éstas de Preferencia, no podrían venderlas y causaríamos un perjuicio económico al club. Como me decía mi padre cuando había algún inconveniente con el Betis y yo protestaba: “ahora es cuando hay que ser bético”.

Lamento que nuestro Presidente haga en los medios de comunicación tanta ostentación de sus sentimientos por este club heredados de su padre y se enorgullezca de proteger a sus socios en este sentido. Tanto como para llegar a guardar en las dependencias del campo las cenizas del padre de uno de los nuestros y así que no tenga problemas en los controles de accesos pero cuando llega el tema del dinero: se nos olvida todo y, entonces, pasa a ser sólo una EMPRESA.

Por favor, no jueguen ni terminen con mis sentimientos. No me hagan creer que ya no soy bético y sí cliente de TEGASA. No, miren, cuando paso por la avda. de la Palmera mi corazón late a otro ritmo. No le digo nada cuando acudo a un partido: se me hincha el pecho, se me eriza el cogote, se me ponen los bellos de punta, me alegro en grado sumo en los buenos momentos, sufro en los malos y he salido muchas veces del campo con lagrimas en los ojos y temiendo por mi salud del sofocón o el gozo que en esos momentos he sufrido o disfrutado. Les aseguro que nunca he sentido nada de lo narrado anteriormente cuando entro en El Corte Inglés, en la Ford, en la Telefónica o en cualquier otra empresa con las que tengo relación.

Pienso muchas veces que, afortunadamente, nada me dejó mi padre en herencia de valor material; pero de valores sentimentales tengo para escribir varios libros. Y de entre esos valores el poder llamarme BETICO es el mejor. Eso pretendo hacer con mis hijos, pues como no sé si podré dejarle valores materiales, los sentimentales se los tengo siempre presentes y a flor de piel para que aprendan lo que es vivir por unos ideales.

Afortunadamente, para mi, mi problema no es económico y por lo tanto no me supone, gracias a Dios, ningún quebranto el ingresar, las 15000.- pta. del precio del asiento, en la institución benéfica que me indiquen en nombre del Real Betis Balompié.

Sin otro particular, esperando y deseando sepan entender el motivo de esta carta, quedo de ustedes afectísimo. En Sevilla a 31 de diciembre de 1998.
Con todo y con eso: ¡Viva el Betis manque pierda, miarma!


1 comentario:

canonigo alberico dijo...

grande muy grande, gracias por la dedicatoria