Como he comentado muchas veces, yo nunca me he sentido
perteneciente a una clase diferente a la trabajadora. No tengo rentas,
propiedades o ingresos atípicos que no provengan de mi trabajo diario y
personal, por lo tanto, cuando el pasado 19 de abril me comunicaron que la
empresa en la que prestaba mis servicios rescindía el contrato laboral que
mantenía conmigo, el palo fue morrocotudo.
Con 55 tacos agotados y deshaciendo el 56, obligaciones
económicas familiares y teniendo, aún, hijos dependientes de mí, la verdad es
que la panorámica se teñía de un gris plomizo tirando a negro.
Gracias a Dios y a la ayuda de mi familia se abrió una
ventana de esperanza. No ha sido fácil, os lo aseguro, más viniendo de dónde
venía: depresión, desengaños de amistad, medicación de “loco” y lo peor; una
gran desconfianza en mí mismo y una pérdida notable de autoestima. El inicio de
una nueva profesión radicalmente distinta a la que ejercía en los anteriores 35
años. El “competir” dentro de un gremio muy mal visto socialmente y que está
actualmente muy afectado por la falta de dinero no está siendo fácil tampoco:
nuevas caras, nuevas formas, nuevas normas y un largo etc. de situaciones
nuevas. ¡¡¡Pero aquí está el tío!!!
La verdad es que no le guardo rencor al 2012 que se marcha, no.
Si pongo en una balanza lo negativo no puede con lo positivo sacado y logrado
de esa nueva situación; por lo tanto nada que reprocharle.
Ahora me toca darle la bienvenida al 2013, lo que hago con
fe, esperanza y una nueva forma de ver la vida: más familiar, sosegada,
realista e ilusionante. Ojalá Dios me ayude a conseguir las proposiciones que
me hago para el nuevo año.
Entre estas propuestas que me hago quiero retomar el blog,
lo necesito y echo mucho de menos a los amigos “desconocidos” que allí tengo y
de los que ni siquiera tuve la delicadeza de despedirme cuando lo dejé. Espero
que sepan entender las circunstancias de mi “huida”, en el estado de oscuridad
que me envolvía no podía trasladar en mi escritura nada más que pesimismo y
para eso es mejor abandonar, perdonarme y retornarme la confianza y dedicación
para leer mis torpes letras.
Os deseo un feliz año nuevo y que se os cumplan todos los
deseos que os planteéis para realizar en
el mismo. Sed felices o al menos procurarlo con todas vuestras fuerzas, es lo
que yo me propongo, todos los días, en esta nueva etapa y la verdad es que es
ilusionante y motivador.
Que Dios nos guarde a todos, un abrazo ¡miarmas!
9 comentarios:
Feliz Año 2013 Fali.
Feliz 2013 miarma, y ya verás como es mejor que el 2012 porque, como suele decirse, peor ya imposible.
Feliz Año Papá, en mi blog y sin darme cuenta te dejo un pedacito de mi 2012 que seguro te sorprende, gracias por tener dos cojones y sobre todo por inculcarme que ante todo hay que ser agradecida y valiente, te quiero y tenía muchas ganas de volver a leerte, te quiero.
Feliz año, Rafael. Que el nuevo año te traiga todo lo que te mereces.
Feliz año que empieza, Rafael, que esté lleno de cosas buenas, de esperanza y de magia... ésa que tú tan bien consigues transmitir: el creer que, de verdad, todo puede arreglarse gracias a personas buenas como tú.
Besos miles, amigo
¡Ole tus coj..., MIARMA!.aqui en este ventanal de TRIANA tienes a tu amigo como siempre para lo que mandes.Bienvenido de nuevo a la Blogosfera, un abrazo muy, muy fuerte, te deseo lo mejor de lo mejor pare el año 2.013.
No vuelvas a desaparecer, necesitamos a personas como tú, "tan normal", cuando no estáis descubrimos que tanta normalidad es producto de un raro don: sois sencillamente geniales.
¡Feliz año para ti y tu familia!
Bienvenido a donde en verdad nunca te fuíste:nuestros corazones. Animo y a por ellos que son pocos y cobardes. En verdad se te echaba mucho de menos. No es "ojana" si te digo que con la claridad y valentía con que expresas tus opiniones no existen muchos en Sevilla. Feliz 2013. Un abrazo.
Illo, menos mal que está otra vez ahí. Te he echado mucho de menos. Un abrazo y p'alante, aunque la burra s'espante.
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