Desde hace unos días ha aumentado la intranquilidad en casa por la presencia de una nueva inquilina. Se la regalaron a Rosi el pasado día 6 que fue su cumpleaños.
Waki es quien peor lo lleva, pues, además de la consiguiente pérdida de protagonismo es la que tiene que soportarla en mayor medida. Eso sí, es la gata más limpia que he conocido; no os podéis imaginar la cantidad de lenguetazos que le da durante todo el día. Al principio la convivencia fue mala ya que, si la perra se acercaba a menos de un metro, la gata empinaba el lomo y se lanzaba hacia ella con intenciones malévolas. Le ha puesto su dueña "gitana" de nombre.
La verdad es que es gracioso verla saltar y corretear, espero que no le pase como al gato del Naranjito que le dió por practicar el paracaidismo.
Ahí os dejo unas fotos para que la conozcáis, ya os iré contando cosas de ella.
Ea, hasta otro momento.
2 comentarios:
Si es que lo de "como perros y gatos" no siempre es por peleas...
Un abrazo.
Todos los animales me parecen que tienen su belleza... pero siento perdición por los gatos, perdición. Esta gatita es una preciosidad, dan ganas de cogerla y que ronronee.
Besos miles
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