No amigos, desgraciadamente no es verdad lo del premio ni lo de la amistad desinteresada.
Me alegra ver que un buen número de vosotros aún creéis en el hombre y que en eso me ganáis por goleada. Yo tendría que mejorar mucho en ese aspecto y creerme si os digo que pongo mi máximo esfuerzo por conseguirlo, pero a este burro le han dado demasiados palos y en los momentos más desafortunados.
Entiendo que sabréis perdonarme esta broma en el día de los INOCENTES. Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios.
Besos y abrazos, miarmas.
6 comentarios:
Yo me di cuenta por la noche, viendo las noticias. Si es que soy un inocente...
Una poquita de alegría siempre es como brisa fresca...
Saludos.
Pues disfrute Ud. de lo que queda de fiestas.
Un abrazo.
Mira que no acordarme del día en el que estábamos? jajajaja.
Y bueno ¿ahora que te digo? pues que termines de pasar las fiestas lo mejor que puedas y que el año que viene seguiremos por aquí.
Besos
Besos miles y feliz lo que queda de todo esto. Yo también soy en parte descreída, pero a veces me cruzo con motivos para volver a pensar que no está todo perdido. Y, ¿sabes, Rafael?, me pasa siempre que leo tus entradas y tus palabras. Tú me das qué pensar: que aún queda mucho bueno.
:D
He leido las dos entradas, porque estos días no he podido seguiros a todos y, desde luego ¡te has currado la broma! Rafael.
¡Genial!, si hubiese sido verdad, yo también me hubiera alegrado. BESAZOS.
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