Ya ha llegado el día grande que durante todo un año hemos esperado los cofrades. Ya terminó lo que para mí ha sido una cuaresma diferente, muy diferente. Una cuaresma libre de las muchas obligaciones, agradabilísimas todas, que antes tenía para lograr llevar a Sevilla el amor de unos hermanos por sus Imágenes.
Es verdad que mi cuaresma se ha visto fortalecida con la posibilidad de haber escuchado lo que fue una bonita semblanza del conocimiento de un joven de sólo diez y seis años en el seno de una Hermandad y una familia. Como no destacar también el pregón de mi amigo José Antonio Fernández en el que fue capaz de hacerme recordar momentos muy felices y bonitos vividos en la Hermandad de la Candelaria a través de nuestros hijos.
El cierre de la cuaresma me la ha procurado un “sueño” que he vivido esta noche pasada. Debido al desvelo de los nervios por la llegada del Domingo de Ramos, me encontraba paseando por la Alfalfa cuando me abordo un hombre de aspecto “raro”, con ropas aún más raras en estos tiempos, y sin hablar bien castellano que me preguntaba que si conocía una cuadra, cortijo o finca cercana pues le habían encargado sus amigos y también su Maestro que buscara una caballería para entrar esta tarde en Sevilla.
Difícil lo tiene usted pues está en el centro de Sevilla y ni por aquí ni por los alrededores encontrará nada para resolver el problema. Cuando este hombre escucho mi respuesta se le demacró la cara y entro como en un estado de tristeza que me llegó a emocionar, le pregunte: ¿Tan importante es el encargo?, hoy en día es fácil con los medios que hay de buscar un transporte, incluso yo me ofrezco a traerlo en mi coche si no encuentra usted apaño, no se preocupe.
No, me dijo. No puede ser cualquier vehículo tiene que ser un burrito o algo así pues mi Maestro es muy especial y algo le bulle en la cabeza cuando quiere que sea una burra, sus motivos tendrá. Joder, difícil me lo pone pero bueno, vamos a ver si podemos solucionar el tema. Mire, yo conozco gente que tienen aquí cerca un “tinglado” montado que igual nos lo pueden prestar para la ocasión. Espere que llamaré a algunos y pensé en nombres de los conocidos: Miguel Ángel García, Pelayo Benjumea, Pepín Álvarez, Luís León, Rafael Castro, Vicente Bateli, Juan Luís Álvarez Madroñal y algunos más que de momento no recuerdo. No se apure hombre, ya verá como algo encontramos.
Pasado un rato empezaron a llegar algunos de los llamados. Bien, os explicaré el problema que tiene este hombre. Me escuchan atentamente y dicen bueno si lo que nosotros tenemos le vale a este hombre para su Maestro seguro que podemos llegar a un acuerdo. Nos encaminamos por Alcaicería hacia la Plaza del Pan y entramos en Villegas dirección a la plaza. Abren la puerta de la Hermandad y una vez cruzada la sala desembocamos en la iglesia del Salvador.
Cuando ese hombre vió, al prender la luz, lo que tenía delante se quedó blanco, se le descompuso la cara y creí en un momento que estaba a punto de caerse. Le pregunte que si ese “aparato” que contemplaba era de su agrado. Con la cara extasiada nos respondió que no sólo era suficiente sino que su Maestro no encontraría otra cosa mejor para lo que tenía pensado. Ni soñando hubiese encontrado un paso dorado tan grande y aparatoso, con esas mujeres con sus hijos, esa palmera verde, y sobre todo con esa burra con su ruchillo enjaezada con campanillas, en definitiva, que sí, que eso cubría todas las expectativas en demasía.
Ahora lo que tenéis que hacer vosotros es buscar muchos niños, vestirlos de blanco y para reconocerlos bien ponerle una cruz de mi amigo Santiago y darle palmas y cirios para que alumbren su caminar, buscar gente que toquen tambores y cornetas y formen seria algaravía. Seguro que mi Maestro lo agradecerá y os lo pagará grandemente.
¿Habrá sido de verdad un sueño? O es que cada día estoy yo más loco miarma.
Ea, a la calle. A llenarnos de Dios y a vivir esta semana que tanto hemos esperado.
3 comentarios:
Disfruta de esta semana, Rafael. Nos veremos, quizá, por esas calles tan hermosas, ese ambiente tan increíble con aroma a azahar e incienso...
Besos, amigo.
A disfrutarla, miarma.
Me dijo un buen amigo mientras esperábamos el paso de San Roque en San Esteban: Otro Domingo de Ramos que se nos va… uno lo espera con ganas y… sin darnos cuenta… se va…
Mírame, sin sueño, comentando lo que hace una semana escribiste porque ya se fue, y yo ando trastocada en horarios, en fuerzas, en hambre…
Espero pasaras una buena semana.
Kisses
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