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31 ago 2009

¿QUIÉN ASEGURA QUE PERRO NO COME PERRO?

Afortunadamente, para mi, la televisión no es una de mis aficiones y por lo tanto poco tiempo pierdo delante de ella.
Ahora en los pasados días de agosto en los que la faena se me acorta bastante, al no trabajar por las tardes, después del almuerzo he estado pegando una cabezada en el sillón del salón con la consiguiente caída de baba por la comisura de los labios que es la medida por mi adoptada del tiempo correcto de una buena siesta en la misma forma que Salvador Dalí, usaba la caída de la cucharilla del café de sobremesa de entre sus dedos.
Como comprenderéis lo correcto sería decir que me ponía a ver los documentales de animales, pero no, no sería verdad, si eso os dijera, aunque quedaría de miedo. Cuando me sentaba sintonizaba la Sexta que la verdad es que tiene unas presentadoras en el programa de sobremesa que están de muy buen ver y el programa me hace gracia pues no dejan títere con cabeza aunque la verdad es que no creo que algún día haya aguantado más de cinco o diez minutos sin dormirme, figuraros: calor acumulada de toda la mañana en la calle; almuerzo, aunque ligerito, de cuchara que es el que me gusta cuando almuerzo en casa; aire acondicionado a todo trapo y sillón mullidito y cómodo, no hay sueño que se resista a estas circunstancias.
Bueno, pues lo que os quería decir cuando empecé y antes de irme por los cerros de Úbeda, es el grado de no sé como calificarlo: incultura, vergüenza, desinformación, alineamiento, borreguismo, etc. al que estamos llegando con el tema de la tele. El viernes cuando me desperté toque en el mando y me puse a pasar canales y aunque parezca mentira en todos se hablaba de Jesulín de Ubrique y su familia, tanto personal como de la de su mujer, y de Belén Esteban. En la 1, en Tele 5, en Antena 3, en Canalsur y en la Sexta, que aunque de coña, también hablaban de ellos.
La cantidad de barbaridades que se estaban diciendo amparándose en las palabras: PRESUNTAMENTE, SUPUESTAMENTE y otras por el estilo. Se hablaba de infidelidades, de robos, de estafas a la Seguridad Social, de desfalcos y otras lindezas. Aguanté un buen rato cambiando y os puedo asegurar que el tema entre las varias cadenas duró más de tres horas, también cuando volví por la noche de tomar una cerveza, con mi mujer y mi hijo Jesús de la Salud, estaban otra vez con el mismo tema, con las mismas gentes y los mismos argumentos en Tele 5 y me supongo que en algún otro sitio, aunque yo me decidí por acostarme que lo consideré más sano.
¿Qué puede darle a un gran número de ciudadanos el conocer lo que pasa en la vida de gente que no se ha significado por nada aprovechable para esta España nuestra? ¿A qué les lleva estar horas y horas escuchando del mismo tema? ¿Cómo pueden nuestras autoridades permitir ese tipo de programas en horarios que cualquier chaval pueda verlo? ¿Por qué se les llama periodistas a estos tipos que salen allí sin acreditar de ninguna forma que lo sean? ¿Cómo se puede tener tan mala educación, tan mala leche y tan mala sangre y llamarse persona? ¿Cómo un tipo con gafas que estaba en Tele 5 podía estar autollamándose maricón en el programa y en un momento decir que sus padres estarían ofendidos porque se lo habían oído decir, maricón, al padre de una de a las que estaban vistiendo de limpio?
En fin para que seguir. Todo esto ocurría como he dicho antes entre las tres y media y las siete de la tarde en que ya me dio excesiva vergüenza, propia y ajena, seguir escuchando aquella jauría de PERROS que nada más mordían y ladraban mientras retozaban entre su propia mierda.
Ea, Aído por lo de la igualdad; González Sinde por lo de la cultura; Gabilondo por lo de educación y Caamaño por lo de justicia, ahí tenéis trabajo, ¡miarmas!, que cobrar bien que cobráis.

8 comentarios:

María_azahar dijo...

He llegado hasta ti a través de una Sevillana.

Un espacio bastante interesante.

Un saludo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Hola María Azahar, bienvenida "per se" y por venir tan bien presentada. Yo sí te conozco de haber pasado por tu rincón de vez en cuando.
Saludos y un beso.

Juanma dijo...

Bien que cobran y bien calentito se lo llevan. Qué van a hacer, Rafael...nada. Audiencias considerables, negocio y gente que se emociona o mosquea con estas historias impresentables. Así nos luce, amigo.

Un fuerte abrazo.

Reyes dijo...

Yo es que sencillamente, no lo veo, pero no lo veo de verdad. Me parece que es para imbéciles.

Llevo bastante tiempo intentando dejarle comentarios y no puedo, haber si hay suerte...

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Hola Reyes, sí ha entrado perfectamente el mensaje. Lo mismo pienso yo y por eso tampoco la veo pero me da lastima la posibilidad de entretenimiento y difusión cultural que nos perdemos todos.
Muchas gracias, bienvenida.
Un beso

el aguaó dijo...

Es la primera vez que entro en tu casa, pero sí la primera que comento. La televisión no vale un duro, ni siquiera un céntimo, porque más del 60% está dedicado, precisamente, a la prensa rosa.

La verdad es que veo muy poca televisión, pero si sigue la cosa así, terminaremos por ver los partidos de fútbol radiados por Mariñas y la Semana Santa (y esto espero que no) por la Patiño.

Ya está vuesa merced enlazado a mi puesto del agua.

Un abrazo.

No cogé ventaja, ¡miarma! dijo...

Muchas gracias Aguaó, es todo un honor tener un enlace en su prestigioso blog.
Bienvenido a su casa.
Un abrazo.

Moe de Triana dijo...

La televisión es una gran casa de locos miarma, y digo locos por no decir putas que es una palabra mu fea, yo en la tele solo veo los vidios del Correo, bueno, y los del ABC.

Un saludasso.