Vámono otra ve, ¡miarma!
¡¡¡Pedazo de paseo le pegamos a esta Señora de Gloria!!!, en serio: pocas veces he visto un paso andar como anduvo aquél, con sencillez, siempre sobre los pies, sin mecías ni nada parecido, un lujo en pocas palabras.
Era un paso pequeño, más que pequeño angosto o claustrofóbico, y en él íbamos trabajando gente muy grande como por ejemplo, para que os hagáis una idea: Paco Bonilla que es un costalero conocido que ha paseado por Sevilla, en primera trabajadera pasos de Cristo altos como: su Hermandad Santa Genoveva, Hiniesta, Carretería y otros cuantos. Excelente costalero Paco, pero mejor persona aún.
Aquella tarde se llegó a ilusionar con nosotros D. Manuel Franco, que nos iba mandando y así se lo hizo saber a su hermano D. Rafael, que no se despistó en toda la tarde de los alrededores de la Cofradía.
Seguimos ensayando, a pesar del buen trabajo conseguido, los tres días a la semana pero ya no era lo mismo. Ya éramos una cuadrilla de costaleros. Una cuadrilla en el sentido amplio del significado de la palabra y sobre todo, y más importante, éramos un grupo de amigos para siempre. Todavía hoy a los treinta y cuatro años seguimos siendo un grupo, cada uno por su Hermandad, pero grupo indiscutible.
Fueron pasando las semanas y a finales del mes de enero del año 1975, cuando acabó la función principal de Nuestra Señora y Madre de la ......., nuestro Hermano Mayor nos anunció que por acuerdo de la junta de gobierno éramos ya la cuadrilla de hermanos costaleros de la Hermandad. Querer explicar los sentimientos que allí explotaron es una quimera: cuanta ilusión, cuanta alegría, cuantos llantos.
Llego el gran día de la Semana Santa del 1976 y cuando por la tarde nos estábamos preparando para la Estación de Penitencia un grupo de costaleros de la cuadrilla de los Srs. Franco hizo un amago de enfrentamiento con nosotros pues estaban contratados por la Hermandad. Todo se tranquilizó debido principalmente a la mediación del costalero que nos había enseñado D. Antonio Mesonero y al auxiliar de D. Manuel Franco, D. Antonio Pérez que fue el encargado de dirigirnos aquella tarde. Aguantaron los costaleros “profesionales” hasta la salida del paso y no pudiéndose contener ponían todo su empeño en ayudarnos desde fuera, en la muy difícil salida, dándonos voces de ánimo y cariño.
Cuando salimos de la Catedral, allí volvían a estar los “ratones” por si hacía falta. Fácil nos lo pusieron a nosotros, y más todavía, a la junta de gobierno que tenían en aquél momento que decidir si seguíamos nosotros hasta nuestra casa o nos hacían el relevo. Fueron ellos, los costaleros, los que dijeron –vámono pa casa que los niños pueden con esto-. Eso fue lo que dijeron, pero ninguno se retiró de nuestro alrededor hasta que llegaron a nuestra casa en las primeras horas de la madrugada. Digo llegaron porque yo, al llegar las 11,45, me tuve que ir para la carretera de Alcalá de Guadaira al cuartel de Logística, donde tenía que estar a las doce de la noche por estar prestando servicio militar y no poder conseguir permiso.
No debimos quedar muy cansados, pues de forma física estábamos como el actual Barcelona de fútbol, cuando en las primeras horas de la tarde del día siguiente al paso de una Cofradía muy querida en la mía decidimos mover el paso de palio hasta la puerta de nuestro Templo. Esto nos valió una amonestación del Consejo que por entonces tenía capacidad sancionadora en estos temas. Terminó la Semana Santa de 1976, pero en nosotros quedó bien arraigada la semilla que daría paso a la formación de otra para el paso de Nuestro Señor y la colaboración con otras Hermandades en la formación de cuadrillas de hermanos costaleros.
Bueno, ahí queó ¡miarma!
En otra chicota seguiremos con la comparativa.
3 comentarios:
Muy buen comentario , me habria gustado conocer esa época con nombres que hoy en dia son toda una institución. Me alegraria que siguieras con esa linea de recordar ambientes de antes . Soy de la opinión que el mundo del costal actual esta muy desvirtuado ,pero aún si se sabe donde buscar , puedes encontrar formas , maneras de trabajar que recuerdan en mucho a las formas y maneras de las antiguas cuadrillas.
Un saludo y...¡¡¡ llama cuando quieras miarma !!!
A lo mejor te suenan algunos nombres con los que un servidor trabajó en mi primera cofradia en Seman Santa , gente como el Celis , el Maxi , el FLoro , Medrano ...
Saludos.
No, amigo, no conozco a los nombres que citas. Deben ser más jovenes o bien han andado por otros derroteros que los mios.
Seguiremos en las chicotas
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