Hace ya varios días que pasó en Sevilla uno de los acontecimientos más importantes de los últimos tiempos. Gracias a ese acontecimiento ha mejorado en mucho la situación económica de la ciudad y, como no, la laboral. También, ha ayudado a tranquilizar y contentar al sufrido grupo de ciudadanos que se preocupan de los ecos de sociedad.
Sí, está claro que me estoy refiriendo a la boda de la Duquesa de Alba. Mi admiración personal y agradecimiento para esta Señora es más grande, si cabe, que la tengo al Jefe de la Monarquía de España; y no es más que por reconocer que, ella, es aún más campechana y llana que el mismo Rey, sí existe tal posibilidad.
Si no fuese por el cuidado que pone ABC, por todas las cosas de Sevilla, recordándonos e informándonos ayer, en la entrevista publicada en el Semanal, del libro publicado por Doña Cayetana, en el que narra cómo conoció y se enamoró de D. Alfonso entre otras interesantísimas cuestiones, parecería que nada importante haya ocurrido en esa Noble Casa y, por lo tanto, en nuestra Ciudad. También nos informaba la Señora Duquesa, en la entrevista, que su flamante marido mudaba su destino laboral a Sevilla.
Ya no nos acordamos de nada relacionado con la boda, y parece que nada trascendental y fundamental para España haya pasado, así nos luce el pelo con este desagradecimiento que tenemos los sevillanos actualmente.
A mí hay una duda que me tiene arrebatado el sueño: Me parece extraordinario que cada persona haga de su vida lo que quiera y la lleve por los derroteros que mejor le parezcan, pero siempre quiero aprender de los que saben más que yo para así ir mejorando en lo posible mi propia vida, y ahí es donde tengo la incógnita. No me importa en qué trabaja D. Alfonso, su nuevo marido, tampoco me importa lo que gana ni cómo logró conquistarse a una de las Señoras más ricas, de dinero claro está, de España; a mí, lo que realmente me gustaría aprender es a administrarme las vacaciones y las jornadas de trabajo tan bien como se las administra este Señor que tiene tanto tiempo para todo. Creo que es funcionario y alguien de la administración debería dar algún tipo de explicación de cómo consigue este empleado público gozar de tantísimo tiempo libre para poder cumplir la apretada agenda social que tiene y además llevar a cabo su jornada laboral adelante dignamente.
Ya está bien que esta Señora sea una de las que más subvenciones de todo tipo cobra del Estado para ayudarle a mantener su patrimonio privado desde diversos Ministerios, como para que también le paguemos los días de asueto del marido. ¿Podría alguien calcular, a tenor de las informaciones aparecidas en la prensa rosa, los días de vacaciones que disfruta este señor? Está claro que no solucionaremos la economía del país, lo tengo clarísimo, pero como tengamos a muchos funcionarios como éste, apañados vamos.
Ea, pues me voy a ver a Jorge Javier, a ver si informa hoy como les va la luna de miel al nuevo matrimonio y a ver si hay novedades de embarazo.
Hasta pronto.
6 comentarios:
La solución a todos los problemas de la vida es apellidarse "De Alba". Lamentable pero cierto.
Un abrazo.
Pues no se yo....Conozco a un DE ALBA y el pobre tiene mas bichos que una mata de habas.
La verdad es que yo no conozco a ninguno. Espero que Rosita esté mejor amigo. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea. http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
Pués los ricos también lloran...eso dicen ¿eh?, que yo... ¡pos que no lo podío comprobá!, como no soy rica, ni ná que se le parezca...
Un abrazo, Rafaé.
De la familia Alba yo sólo veo su situación caciquil con respecto a la explotación de sus tierras,no sólo en Andalucía si no en muchas otras partes de España, y su morro: solicitan subvenciones a UE para sus tierras que, presuntamente y según ciertas denuncias de sindicatos andaluces, utilizan para construir piscinas y otras cosillas que nada tienen que ver con la agricultura ni explotación ganadera. Y, según otra denuncia, presuntamente utiliza trabajadores en sus tierras inmigrantes y sin papeles... presuntamente todo, la justicia dirá.
Estoy harta del peloteo que le hacen a esta mujer... Dicen que se ha puesto el mundo por montera siempre. Por supuesto, si yo hubiera tenido su dinero y el poder de su familia, yo también lo habría hecho. Por lo tanto no tiene mérito que una ricachona haga lo que le dé la gana, lo que me parece ridículo es que la gente le vea valores que no tiene, cuando su intelecto va más afín a valores propios del franquismo que de la democracia saludable en la que nos encontramos. No hay nada que admirar en esa mujer. Nada. Dime que se ha ido a una residencia a lavar ancianos y hacer camas, dime que se ha ido a la ONCE a ayudar a los discapacitados, dime que ha adoptado a niños inmigrantes abandonados o a niños con necesidades especiales, por poner algunos ejemplos... no le veo ningún valor moral ni social a esta mujer, por lo tanto nadie puede resaltar unos valores que no tiene ni aparenta tener.
Es mi opinión...
Besos miles
Esta es la perversión de que las subvenciones se cobren por hectáreas y no en función de los ingresos: la Sra. duquesa cobra millones de euros procedentes de los impuestos de millones de mileuristas.
Saludos.
Publicar un comentario