Aunque mi fe es cada día más firme y cada día creo más intensamente que Jesucristo realmente nació de mujer, vivió, murió, resucitó y que habita entre nosotros; son muchas las dudas que se me plantean de la Iglesia que Él mismo creó y que nos dejó para que la continuáramos.
Como he dicho muchas veces critico a la Iglesia desde dentro, pues, aunque estoy muy en desacuerdo con muchas de las situaciones que en ella se dan, me siento parte integrante de la misma y por nada deseo abandonarla: con sus muchos defectos como continuidad humana que es, y sus aciertos que también los tiene, y en gran número, no nos engañemos.
El libro que sugiero ya lo he apuntado en varias entradas anteriores, no es otro que: Jesús, Aproximación histórica, de la editorial PPC. Es un libro barato y fácil de encontrar. En la Librería San Pablo, en la calle Sierpes, seguro que lo tienen. De todas formas, aunque no está bien publicitarlo, si trasteáis por internet es fácil localizarlo en PDF.
Yo aconsejaría leerlo sin conocer el nombre del autor, ni tampoco conocer la cualificación que tiene para sugerir y afirmar muchas de las cosas que dice. Seguro que si lo leéis desde el anonimato, en muchos momentos, pensaréis que es un loco o un iluminado; pero nada más lejos de la realidad, credme. Es muy básico en su planteamiento de quién es Jesucristo y desmonta mucha literatura de la que hay sobre Él y que, desgraciadamente, nos han imbuido como realidades ciertas e indiscutibles. Que flaco favor nos han hecho, y nos siguen haciendo, a los católicos. Está claro que algunos dirigentes eclesiales no están muy de acuerdo con sus ideas e interpretaciones, pero es que les están tocando la despensa y ya sabemos la máxima frailuna de: “vengan tortillones y albondigones, y que caiga el que caiga”. Algún día os contaré el chiste, hoy no es procedente, de dónde viene la máxima. Otros muchos sí se muestran conforme y de acuerdo con sus texis.
Parece mentira, en el siglo que estamos, que no creamos ciegamente que Jesús no nació como un “extraterrestre”, sino que nació del vientre de una mujer, de carne y hueso; que no necesitó de “milagrerías” pues nada hay más Virginal y Puro que el que una mujer engendre y alumbre a un hijo. Que no se crió ni formó entre eruditos o ricos. Que fue un revolucionario, en el amplio sentido de la palabra REVOLUCIONARIO. Que profetizó un Reino de Dios que no está por venir sino que es el que vivimos, y maltratamos, en nuestro día a día. Que no es que no se conozca su vida de niñez, pubertad y juventud; sino que fue una vida tan normal que en nada destacó de los que vivieron con Él como para ser relatada y recogida en la historia. En definitiva, tantas, tantas y tantas cosas que no creemos y que son realidades manifiestas.
Para los curiosos que no tengáis paciencia aquí os dejo oculto el nombre del autor y el expediente que lo autoriza a analizar y a acercarnos a la verdadera vida de Jesús; o al menos, a una vida mucho más realista y creíble que la que nos vienen contando por los siglos de los siglos y a la que seguramente nos será mucho más fácil decir: AMEN.
Ea, miarmas, pues ya lo único que le pido a Jesús es que haya sido capaz de provocar en vosotros, con estas torpes letras, la curiosidad de esa vida Suya que a mí tanto me motiva e ilusiona.
9 comentarios:
No lo he leido, pero lo leeré en cuanto pueda.
Aunque si he leido muchos de ese estilo que desmontan la historia que la iglesia ha querido hacer con referencia a Jesús.
Te recomiendo que si no lo has leido te leas los evangelios apócrifos... Ahí se sacan muchas conclusiones.
Saludos desde la ciudad de la Mezquita
Fali, he escrito tres comentarios y no me deja internet ¡a ver si ahora sale!.
Me parece muy interesante tu exposición, yo, me miro en Jesús en la forma que tu sugieres.
No he leido el libro, pero lo pongo en mi lista de recomendados.
Un abrazo.
¡¡Hooommmbre, salió!!, que me harto de escribir (con lo cansaita qestoy)y luego pierdo lo escrito. ¡¡Pa llorá, vamo!!.
Lo del taco, quizás lo tengan en la misma librería de San Pablo.
Otro abrazo Fali.
Si uno lee los evangelios sin prejuicios (esto es, sin buscar en ellos una doctrina que ya se conoce), hay bastante de lo que citas, y eso que no son su testimonio en primera persona, sino a través de terceros.
Saludos.
Afortunadamente, en el colegio en el que estudié y en mi familia siempre me reflejaron la idea de Jesucristo que describes. Pero como el mundo lo mueven los intereses económicos, la Iglesia no se salva y ahí está gobernada por radicales opusinos, legionarios y demás patulea.
Eso es lo que más me irrita del legado de Juan Pablo II, al que le cuelan con calzador el milagro para elvarlo a lo más alto. Fue él y no otro el que encumbró a estos exaltados. Y el resto pagamos sus consecuencias.
Un saludo, Rafael.
Yo seré mu pesao, pero sigo pensando que si la catequésis a los niños, a los preparan para la comunión, las impartieran personas que piensan y siente con tú, de grandes estos críos serían mejores personas.
Un abrazo.
Verdaderamente, aunque la Fe sea firme, a veces aparecen dudas, y más aún si se lee. La semana pasada terminé de leer el Apocalipsis y ahora me estoy leyendo el YOU CAT, un catecismo nuevo que también recomiendo y es baratito. Gracias por esta entrada amigo, que nos hace reflexionar. Un fuerte abrazo desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea.
http://tertuliacofradecruzarborea.blogspot.com/
¡Y que se tuvo que inflar de hacerse chichones, jugando con otros nazarenos! Tenemos una religión curiosa: bajó al Dios judio a la Tierra y lo hizo nacer. Yo he visto nacer a mi hijo. El vínculo entre mi mujer, mi hijo y yo, es lógico que, hasta el propio Dios quisiera sentirlo en carne vital. Tenemos un Jesús de Evangelio, ¡contundente en lo que dice! Echa pa trás más de una de nuestras seguridades, pero aguanta firme a nuestro lado. Y abres los cuatro libritos y atina a decirte algo que suena distinto en cada momento en que lo afrontes. Ahora que mi madre está enferma y afronta con nosotros una parate más de nuestras vidas, sigue siendo aquella mujer buena junto a la que yo limpiaba las lentejas en la mesa de la cocina cada martes, al volver del colegio.
Jesucristo me dejó claro una cosa: el hogar es donde uno comienza.
Amigo mío, me gusta tu blog. Un saludo desde la parte media de este Guadalquivir que nos une y nos iguala, compañero.
Interesante apunte literario. Le echaré un vistacillo. Ojalá hubiera más creyentes como tú, Miarma. la vida sería mejor, estoy segura de ello. Besos miles
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