Desde hace unos meses me encuentro agobiado y como desencantado de todo, no encuentro el estado de gracia necesario para vivir bien y confortable conmigo mismo.
Gracias a Dios no tengo problemas mayores de los del día a día, pero la desesperanza me está ganando sin remisión.
Hoy he recibido por carta una comunicación del Ministerio de Trabajo con la actualización de mi vida laboral. Ya muchos sabéis que tengo, desde el 27 de febrero, 56 años y ahora me dispongo a deciros los días que llevo trabajados y cotizados a la Seguridad Social. A estos días habría que sumarle unos meses en los que trabajé sin dar de alta en una frutería de la calle San Eloy o cuando trabajé en el taxi por las noches siendo mis hijos pequeño pues, con lo que ganaba entonces, no nos llegaba. También habría que sumarles el año y medio y cinco días que estuve realizando el servicio militar, tiempo en el que no recibí más remuneración y beneficio que la esplendida paga de 175 pesetas mensuales siendo soldado y de 200 y algo siendo cabo.
Al día 17-5-2011, que es la fecha de los datos informativos, llevaba 13435 días que distribuidos se corresponden con: 36 años, 9 meses y 13 días. Gracias a Dios no hay periodos en desempleo ni ningún otro eximente que rebaje la condena.
De mis hijos, la mayor está en paro y ya con el desempleo agotado. No es por falta de ganas y empeño el que no encuentre trabajo, sé que se preocupa en buscarlo y que hace todo lo posible para no suponer una carga económica pero, hasta ahí puede llegar. El segundo, ya conté por otras entradas de este blog que es un emprendedor y que después de acabar la carrera de Derecho en la UPO, se preocupó de hacer cursos de postgrado y máster por la Cámara de Comercio, previo pagos de los importes, hizo pasantías en diversos despachos con los que colaboró sin cobrar y desde hace casi dos años tiene despacho propio montado del que no podría vivir con los ingresos que le reporta pues muchos meses la recaudación, que no los ingresos generados, no le dan para cubrir gastos. Sí, los despachos de abogados también soportan muchos impagados por la falta de financiación. El tercero, como dije en la anterior entrada, está en espera de incorporarse a la Universidad cuando comience el curso y lo que proporcionará será gastos pues, incluso con el buen expediente académico que tiene, el Instituto por unas decimas le ha negado la Matrícula de Honor, con lo que le prohibirá inscribirse gratuitamente en la Universidad y no le concederán ningún tipo de beca ya que mis ingresos no son de los más bajos, afortunadamente, y aunque somos cinco de familia fiscalmente solo contamos tres.
En casa ya hemos aligerado el gasto en lo posible: No se renueva nada más que el vestuario imprescindible, se mira por la comida, se cuida el uso de luz y agua, hemos dejado de salir los fines de semana, solo nos permitimos un día al mes hacer el extra de tomar una cerveza en la calle y no todos los meses, no recuerdo la última vez que fuimos al cine, teatro o cualquier otro espectáculo mi mujer y yo, y así podríamos seguir con un extenso detalle de privaciones.
No soportamos deudas que no sea la hipoteca de la vivienda que ocupamos y las vacaciones se comparten entre el pasado rocío al que acudimos Rosi y yo y quince días que tenemos previsto salir de camping en el mes de julio.
Ea, ya está aquí el motivo de mi pregunta del título: ¿Qué más puedo hacer yo para salir de la crisis en la que en nada he contribuido a entrar? No tengo segunda vivienda, no tengo barcos, no tengo coches, no tengo inversiones, ni dinero parado o en paraísos fiscales ni nada por el estilo.
Como trabajo todo el tiempo y toda la cantidad necesaria para desarrollar mi labor; no sé qué más puedo hacer. Por lo tanto que me dejen de monsergas con debates del estado de la Nación. Que me dejen de decir que la solución viene por convocar elecciones anticipadas. Que me dejen de decir que la culpa la tiene Grecia y Portugal. Que me dejen de hablar de los Mercados y en definitiva: ¡que me dejen de tocar los cojones!
Aquí lo que hace falta es que de una vez por todas nos hagamos el propósito de que cambien nuestros dirigentes. Que las leyes le pongan un poco más difícil la situación a los mangantes y especuladores que están controlando los Bancos y Cajas de Ahorros. Y, principalmente, que los políticos destinados a dirigir los distintos gobiernos: nacional, autonómico, provincial y municipal sean cualificados profesionales y no el atajo de baldaos y chupasangres que nos dirigen. Prefiero un labriego o albañil honrado en el gobierno, que a un señor que a los cincuenta años no se le reconoce otra ocupación u oficio que militar en un partido político.
Bueno, os dejo que me voy a caminar un rato para ver si se me aplaca un poco la mala leche que tengo ahora mismo de pensar que tendré que estar por lo menos otros seis o siete años trabajando para soportar al puñado de inútiles y mangantes que tenemos que alimentar y enriquecer. También para hacer un huequito para las cervecitas, o tintitos, que tengo previsto tomar mañana con el amigo Diego Romero, en la tómbola de la O
¡Maldita la hora que me ha llegado la cartita cabrona!, hay que ver el cabreo que he cogío.
Hasta pronto.
11 comentarios:
compare, estás como yo, ¡tan indignado que me repé la cabeza, para no mirarme al espejo!. Hay que tener muchos "cojones", para ser tan sincero y decir verdades como templos. La próxima vez voy a buscarte, para consolarnos juntos. Un abrazo.
!Leches, Rafaé! has regresado dando caña. Pero tienes más razón que un santo, que dicen por esta tierra. ¿como es posible que hasta los que tenemos un trabajo fijo (supuestamente) estamos indignados. Me cagoeneleuribordeloscojones, en los políticosprofesionalesdeloscojones, en.
Perdona tío, es que yo tambien me indigno, y más a final de mes.
Un abrazo.
Estimado Fali, comparto al 100% tu estado de ánimo, yo que solo tengo 50 años tengo cotizados ya 31 años y 8 meses, pero me acabo de chupar un año en regulacion de empleo y mi futuro laboral esta pendiente de un hilo, que además maneja la Junta de Andalucia. Despues de 29 años luchando por mantener el puesto de trabajo en una empresa auxilar de AStilleros, me siento defraudado por politicos de todos los colores y por sindicatos. Por todo ello me considero un indignado mas, mi única suerte es que hace dos años terminé de pagar mi hipoteca. En este pais hace falta ya mucha mano dura con los sinverguenzas.
Amigo Fali, como siempre ¡ lo has clavao !, suscribo cada una de tus palabras y la de los demás comentarios.Es pá estar de los políticos, del Gobierno de la oposición, y de la madre que los parío hasta los mismos.Como todos los indignados te pongan un comentario no vas a tener sitio en el blog amigo.Ah¡ se me olvidaba, otra coincidencia que tenemos, yo también fui cabo en la Mili.Un abrazo.
El problema, Rafael, es que eso que tú y tu familia hacéis, tenemos que hacerlo todos, individual pero, sobre todo, colectivamente. Seguramente tu gente entiende que os apretéis el cinturón. ¿Te imaginas que tú decidieras actuar como lo estás haciendo, y tus hijos y tu mujer se pusieran a quemar neumáticos en el salón de tu casa y a correrte a gorrazos por el pasillo? Pues eso es lo que está ocurriendo en Grecia y, en menor medida, en España.
Un fuerte abrazo
Miarma, miradd bien lo de la beca que si viene de 2º de Bachiller como mínimo está exento de pagar la matrícula, aunque no le den nada más para material o por desplazamiento debido a tus ingresos, el precio de la matrícula siempre entra.
Me da rabia comprobar que las personas de bien son las que lo pasan mal y deben apretarse el cinturón y los ladrones y gorrones siguen llevando su vida de derroche.
Espero que lleguen mejores tiempos, que el negocio de tu hijo genere beneficios holgados y que tus otros retoños tengan éxito. Besos miles, amigo
Tranquilo Rafael, no te sofoques mucho ¿pa qué? si no podemos hacer nada.
En todo tu escrito me he visto reflejada. Mi situación familiar es casi idéntica a la tuya, ya no sabemos de dónde recortar más... y lo peor es que cada vez vamos a más.
Has hecho muy bien de desahogarte.
Un abrazo y mucho ánimo.
Pues Rafael imaginate que si yo no estuviera viviendo con mi padre no se de donde sacaría para comer. Como ya sabes me dieron una invalidez y de paga ¿cuanto te crees que me han dejado? solo 451 euros, me dicen que es por la edad que tengo. Echando cuenta si yo viviera sola entre pagar comunidad, agua, luz y gas ya me dirás lo que me queda para comer durante todo el mes.
Por cierto el año que viene me voy con vosotros al Rocio.
Besos
Aunque no lo suficiente intensa y relajada por culpa de compromisos de amistades que aparecen por la tómbola y el trabajo de "corredor de bolsa" que desempeña uno en ella, fue un placer conocerte personalmente y echar un ratito contigo, Rafael. Espero que el amigo Pablo fuese un buen anfitrión y que haya una próxima vez entre coroneles y soldaditos de pavía, como te comenté, en que la charla sea más relajada. Espero que la tómbola y sus correspondientes viandas te ayudaran a "descabrearte"... a mí me ha dejado hasta con agujetas.
Un abrazo.
Bien te entiendo amigo Rafael y es estupendo que sueltes el veneno y la amargura que provoca esta situación pues la estamos pasando muchos y estamos hartos ya. A mí me cabrea en particular tener que trabajar el doble de lo que hacía antes para poder sobrevivir cada mes. Lo que cobro, a los dos días ya no está y no es porque me esté dando la gran vida, sino porque no paran de subir la luz, agua, gas, gasolina, todo de precio una y otra vez y mi sueldo sigue siendo el mismo. Ya he vendido hasta mi alma y con ello quiero decir que he puesto en venta mis pertenencias y sigo vendiendo cada día por ebay para ayudar a pasar otro mes y aún así cuesta la misma vida seguir. Y cuesta seguir no solamente por el dinero en sí, sino por mis ánimos se van yendo a un pozo del que a veces creo que no voy a salir, que no vamos a salir tan fácilmente ninguno de nosotros. Lo primero que han hecho los políticos es darle dinero a los bancos en la crisis y ¿qué han hecho los bancos con el dinero? Sanear sus cuentas pero no dárselo a los que lo necesitan. Eso han hecho. Bueno, dejo esto ya.
Mira, cuesta imaginar que un día saldremos de esta situación, pero lo haremos, lo que pasa es que da miedo pensar en las manos de los incompententes que estamos o estaremos. Me temo que no hay mucho dónde elegir y eso sí da miedo.
Besos y espero que como yo no tengo tiempo para nada y vengo tarde como siempre, ya se te haya pasado un poco el cabreo.
Publicar un comentario