No puedo entender la última comunicación que ha hecho al Hermandad del Calvario referente al traslado del Crucificado a su paso de salida.
Por razones de seguridad se limita la asistencia de hermanos a un número determinado, previa recogida de acreditaciones en días y horas determinado en Secretaría, y con la limitación de no ser menor de 14 años. Esto, me parecería bien si la limitación fuese porque no cupiesen más hermanos pero, aparentemente al menos, no es la razón pues no se limita, para nada, la asistencia de fieles y devotos, al menos nada se dice en la misiva sobre este aspecto.
La participación de los niños en la Hermandad de Calvario está muy limitada, evidentemente no es una cofradía para niños, pero cuando y como lo hacen siempre es edificante para todos los que los contemplamos: pajes de la Cofradía, acompañando al Preste en la madrugada del Viernes Santo y, como no recordar, el entrañable día de Triduo de Ntra. Sra. De la Presentación en el que los más pequeños son recibidos.
“Dejad que los niños se acerquen a mi”, dijo el que acabó en la Cruz. No privemos a los llamados a sustituirnos que se embadurnen de sentimientos y formas Calvaristas, así nadie podrá después sentirse depositario único de las esencias y sentimientos de las gentes del Calvario, como se ha podido comprobar en la última campaña electoral a Junta de Gobierno, que pasa desgraciadamente.
Limitemos la asistencia de público y cerremos el templo si necesario fuese a los devotos, fieles, cofrades, etc., pero nunca de hermanos de la Hermandad y menos aún de los más pequeños.
Por razones de seguridad se limita la asistencia de hermanos a un número determinado, previa recogida de acreditaciones en días y horas determinado en Secretaría, y con la limitación de no ser menor de 14 años. Esto, me parecería bien si la limitación fuese porque no cupiesen más hermanos pero, aparentemente al menos, no es la razón pues no se limita, para nada, la asistencia de fieles y devotos, al menos nada se dice en la misiva sobre este aspecto.
La participación de los niños en la Hermandad de Calvario está muy limitada, evidentemente no es una cofradía para niños, pero cuando y como lo hacen siempre es edificante para todos los que los contemplamos: pajes de la Cofradía, acompañando al Preste en la madrugada del Viernes Santo y, como no recordar, el entrañable día de Triduo de Ntra. Sra. De la Presentación en el que los más pequeños son recibidos.
“Dejad que los niños se acerquen a mi”, dijo el que acabó en la Cruz. No privemos a los llamados a sustituirnos que se embadurnen de sentimientos y formas Calvaristas, así nadie podrá después sentirse depositario único de las esencias y sentimientos de las gentes del Calvario, como se ha podido comprobar en la última campaña electoral a Junta de Gobierno, que pasa desgraciadamente.
Limitemos la asistencia de público y cerremos el templo si necesario fuese a los devotos, fieles, cofrades, etc., pero nunca de hermanos de la Hermandad y menos aún de los más pequeños.
Ahí queó.
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